miércoles, 25 de mayo de 2011

Instrumentos

Moreno escribió que el protagonista es:

“... sé tú mismo sobre el escenario, para representar tu propio mundo privado. Tienes que ser tú mismo y no un actor, ya que el actor se ve obligado a sacrificar su mundo, impuesto por el guión para representar la obra. El tema, cuando es preparado suficientemente a lo que se va a hacer con relativa facilidad para ofrecer - a través de la acción - un registro de su vida cotidiana, ya que nadie es más competente para que le represente que él mismo. Él tiene que actuar libremente, con ese contenido que pasa por su mente: ¡porque es esencial que se coloque este en un contexto de libertad de expresión, para así lograr que emerja la espontaneidad. Y para ello, hay que darle especial importancia a la etapa de ejecución: la que ayuda a superar el nivel de expresión, y es predominantemente verbal, incorporándola al nivel de la acción. Existen diferentes formas de representación sobre él escenario: el papel de un actor consiste en sólo imaginar, jugar con una escena del pasado, viviendo un problema urgente en la actualidad, expresando aspectos creativos de sí, él experimenta en sí mismos una situación futura, y así sucesivamente. El proceso de preparación de la representación del protagonista en psicodrama es estimulado con diversas técnicas, cuyo objetivo no es transformar al actor en un actor, sino más bien para estimular a este en el escenario y activar lo que realmente son, más profunda y explícitamente de lo que parece en la vida cotidiana".

Psicodramatista (Director)
El término director expresa el papel activo y propositivo que caracteriza su presencia en la labor de un período de sesiones. Este personaje viene con toda su personalidad a establecer una relación con los miembros del grupo, mostrando su voluntad de ser "conocido" en su propia humanidad y evitar que la actitud neutral, presente en otras formas de psicoterapia, lo que causa su inversión masiva de fantasmas transferencialmente por los miembros del grupo, favorezca, en cambio, una relación de humano directo, inmediato, impregnada de emociones que podrían ser utilizados como una forma de relación interpersonal positiva. El director, para ser eficaz, debe liberar su espontaneidad y la sensación de empatía a doble vía hacia el protagonista y los miembros del grupo.

Auxiliar
Se llama Yo-auxiliar  a cada miembro del grupo que fue elegido por el protagonista para desempeñar un papel en la representación psicodramática que se está llevando a efecto, y que para ello, es separada del auditorio y llevada al escenario para apoyar el trabajo del protagonista. Este yo-auxiliar encarna, en el aquí y ahora psicodramático, los fantasmas del mundo del protagonista, (por ejemplo, un miedo, un deseo, un ideal, un sufrimiento físico) y/o a otros personajes importantes (persona u otros personificados), de su vida real. Esto favorece sobre todo una más clara conciencia de su existencia, sus características, su valor emocional, es así que el protagonista experimenta el equilibrio y la presencia de nuevos y más funcionales formas adaptable a la realidad externa.

El escenario es el lugar donde la gente expresó, a través del teatro, su contenido mental. Es el teatro cuyo espacio está especialmente construido para facilitar a las personas espontáneas expresiones de su mundo interior. En la psicoterapia, el lugar suele ser neutral y aséptico, que no interfieran con el proceso terapéutico que está totalmente centrado en el paciente - terapeuta, en el psicodrama, donde lo central es el acto de la persona en todas sus experiencias a fin de unitario de las diferentes dimensiones de la vida (que implica entrar en relación con una variedad de objetos que las personas dentro de un contexto específico), usted necesita un espacio especial en el que las personas pueden convertirse en activos en sus aspectos psicológicos, tales como en el cuerpo. Se puede decir que una escena de psicodrama es la más funcional, ya que es capaz de ayudar a cada persona se sienta protagonista, o importantes para la vida del grupo, gracias a la percepción de un ambiente tranquilizador y contenedor en su espacio y perceptiva. Una típica escena de psicodrama es presentarse a sí mismo como un "diferente", es decir, como un lugar único que puede crear un entorno inusual de vida y facilita la participación individual en situaciones psicodramáticas.

Este espacio está determinado por un bien definido que distingue el estar "dentro" o estar "fuera" del espacio medicinal. Además, este casi ritual de entrada en un lugar especial con el fin de facilitar la contratación de un papel, no es exclusivo de psicodrama, sólo pensar en una iglesia o un teatro que, cada uno está en un papel más funcional pide una definición clara y una clara caracterización que serán adscritos por el mundo exterior. El interior del teatro de psicodrama se divide en dos partes: una que contiene la audiencia, donde se reúnen los miembros del grupo, mientras que el actor desempeña su psicodrama, y el otro contiene el escenario y el balcón, donde hace el héroe, dirigido por el director y ayudado por el yo-auxiliar. Estas dos partes están estructuradas de modo que la transición de uno es inmediato, por lo que, que cada uno de los miembros del auditorio podrá en cualquier momento entrar en escena como yo-auxiliar o como alter-ego o Doble, sin crear caos. Al mismo tiempo, las dos partes claramente diferenciadas, de modo que es muy perceptible el cambio de papel de espectador al de actor y viceversa.

El espacio es para la adopción de medidas para hacer posible el movimiento, con diferentes ritmos y amplitud, un número de personas (el número medio de personas implicadas en una escena psicodramática es de 4-5), que puede pasar con facilidad y sin riesgo de lesiones corporales. El órgano puede adoptar distintas posiciones: de pie, en cuclillas, sentado, etc., Si lo exigieran las circunstancias de la vida representada. Para ello hay puntos de apoyo suave y higiénicamente seguros. La alfombra es uno los material más adecuado para este fin, pueden desempeñar tanto los planes de uso de la palabra de apoyo (pared, balcón, escaleras, etc) La higiene es a favor de la contención para entrar en el teatro sin zapatos. La forma ideal de la etapa es el círculo: no tiene un adelante y uno atrás, no hay esquinas, no tiene áreas que pueden aludir a significados privilegiados o devalorantes (por ejemplo, el ángulo). Además, la circunferencia, al no haber un punto de partida y un fin, se presta a ser utilizado como una ruta no se limita si el jugador que necesitan. Por último, el círculo se presta bien a las representaciones sociométricas. En la creación del espacio terapéutico, se tiene presente el significado psicológico asumido por el individuo, al sentirse colocado en diferentes situaciones espaciales diferentes, como la posición hacia adelante o hacia atrás, fuera o dentro, arriba o abajo, alto o bajo. Percibirse de frente a alguien o alguna cosa tiene un significado subjetivo diferente a la percepción de otros; al estar dentro del escenario tiene un significado diferente al estar fuera de este: estar arriba, en el balcón, tiene un significado diferente al de estar sobre el escenario. Por ello, el teatro de psicodrama no está dispuesto sobe un único plano horizontal, está hecho en diferentes niveles, en los cuales las personas pueden colocarse. Pasando de un nivel al otro, la persona cambia su punto de vista, y por consecuencia, la percepción de la realidad circundante. Desde el balcón, por ejemplo, se puede mirar de una manera más global y destacando cuanto sucede sobre el escenario; lo cual puede resultar muy productivo.

El teatro de psicodrama también posee otra características importantes para la creación de la atmósfera del “aquí y ahora” requeridos en la escena psicodramática: el aislamiento de la interferencia de ruido y la luminosidad del mundo externo. Por esto el teatro no se abre al exterior, la luz es creada artificialmente; diferentes estímulos auditivos y visuales casuales no son adecuados para la representación, bloquean el acto de la espontaneidad del protagonista. El director controla constantemente la intensidad de las luces, oscilando entre la obscuridad y la brillantez, logrando una sintonía con el tono emocional de la escena que se va desarrollando. Las luces deben de ser de diferentes colores, cada una de las cuales permite una particular atmósfera: el color  blanco da la sensación de realidad, de lo concreto, el color amarillo es el espacio, el calor, la alegría; el rojo es excitación, la tensión, la agresividad; el azul es el tono de la depresión, de la tristeza, de la introspección, de la intimidad, el color verde el relajamiento, el bienestar. Gran parte de espacio terapéutico lo forman los objetos  de uso para la creación de la escena: sillas, telas, bancos, cojines, materiales rígidos y flexibles, etc. Con estos elementos y materiales, la función asignada al protagonista pueden ser recreadas de tal forma que le da vivacidad a las percepciones del grupo y protagonista, logrando envolver a estos de la magia del psicodrama.

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