miércoles, 25 de mayo de 2011

Definición de Psicodrama

El Psicodrama es un método de acción que permite a través de su aplicación, que las personas expresen experiencias significativas de su vida y así lograr establecer, mediante la comprensión de esas escenas, relaciones constructivas con sus semejantes. El Psicodrama permite una atmósfera de contención y respaldo emocional gracias a la activación de estrategias ligadas al desenvolvimiento de etapas cuidadosamente elegidas por el especialista, para encontrar la solución más armoniosa entre las necesidades y demandas de la realidad, y finalmente, al explorarlas el individuo identifica sus propias capacidades y recursos de afrontamiento espontáneo y creativo.

El Dr. J.L. Moreno, psiquiatra y pionero en el ámbito de los procesos de grupo, descubrió en los años 20´s la importancia y la eficacia de una representación escénica de lo que la persona vivió, vive, y le gustaría vivir…! Así la persona accede a un nivel superior de conciencia de sí con la plena confianza de que puede obtener más espontáneas y creativas maneras de responderse a sí mismo y relacionarse con los demás.

El Psicodrama es un "juego", materializado en una escena que ha sido identificada como parte del mundo interno del sujeto.

El psicodramatista, aquel profesional calificado que facilita el proceso;
  • grupo de personas que crean el entorno y atmósfera adecuadas para la realización de las funciones mentales exigidas para la representación;
  • espacio de acción (etapas) donde se desarrolla la puesta en escena;
  • la puesta en acción, impulsada por el director de psicodrama.
En el escenario de psicodrama existe un compromiso activo para satisfacer y desarrollar los recursos de las personas; sus dudas, sus preguntas, sus talento, sus bloqueos, sus deseos, sus necesidades. Para ello, se inicia un diálogo interno que lo lleva a aprovechar las posibles soluciones a sus conflictos intrapsíquicos y/o con las relaciones con el mundo exterior.

Con el psicodrama las personas están en condiciones de explorar esas situaciones conflictivas. La persona puede hablar con las diferentes partes de sí mismo, hablar con diferentes personas de su vida (ahora interiorizadas), en lugar de relatar o narrar acerca de ellos.

Este enfoque tiene por objeto mejorar las relaciones interpersonales permitiendo, emplear diferentes técnicas de la metodología de la acción (inversión de roles, doble, espejo soliloquio, sociometría.), la puesta en libertad de situaciones y la cristalización de roles y creencias internalizadas reiterativamente, la solución de los problemas y las situaciones de crisis, la investigación y el descubrimiento de alternativas respetuosas de sí mismos y de otros... Con este método, la persona podrá, desarrollando un diálogo activo, tomar la ruta de un cambio que conduce a la potenciación y la espontaneidad creativa.

El psicodrama puede ser destinado al crecimiento personal (cuando la participación psicodramática es esencialmente orientada hacia el auto-conocimiento y la armonización de las necesidades internas de la persona con las exigencias de la realidad) o formación profesional (cuando la participación psicodramática está orientada principalmente a adquirir una mayor experiencia en el desarrollo del rol profesional y de sus relaciones con los demás.

Su duración es contractualmente por defecto: la cantidad de tiempo necesario está determinado por psicodramatista sobre la base de las necesidades del grupo y su estilo de funcionamiento. Con un grupo de adultos "normales" el tiempo medio es de aproximadamente dos horas, mientras que los grupos especiales (por ejemplo, niños y adultos severamente perturbados), la duración se ha reducido considerablemente como consecuencia de la reducción de la capacidad de atención de los participantes. Un período de sesiones de psicodrama es clásicamente dividido en tres partes: el tiempo del grupo, el tiempo de la persona, el tiempo de participación. En cada uno de estos pasos el director desencadena entre los miembros del grupo las interacciones que llevan al individuo a desempeñar, en términos de la realidad o semirealidad, los papeles que empiezan a ser o serán la creación para su existencia.

Conceptos importantes

Átomo Social
El átomo es la unidad social más pequeña y sensible que posee un individuo, y es empleada por este para satisfacer sus necesidades emocionales de expansión, o sea en la relación con su entorno y sus semejantes; “la sensación de ser y existir”. Todo el mundo puede identificarse con un número indefinido de átomos sociales, tal como está definido según los criterios a los que podrá especificarse cada átomo social al que pertenece. Puede ser la familia de los trabajadores, de la del club deportivo, grupo de la iglesia, amigos del fin de semana, y así sucesivamente. Millares de átomos se intercambian y multiplican en el curso de una vida humana, cada uno de nosotros es el creador y protagonista de la formación, el crecimiento, la diversidad, la atenuación y el renacimiento de todos los átomos que componen nuestro entorno social y el caleidoscopio de la raza humana. Se puede decir que un átomo social ha alcanzado una importante estructura para un determinado individuo, cuando entre ellos y otras personas presentes en la misma unidad social han establecido relaciones de mutua comprensión emocional. Un átomo social no es una simple construcción de la mente: es una verdadera red de energía que irradia cada individuo, y regresa a él en un continuo movimiento determinado por la evolución de las fuerzas de atracción y repulsión presentes en cada momento de su existencia.

Psicodrama es un método de intervención adecuado para pequeños grupos. En una reunión nos encontramos con un número de personas que no debería ser inferior a tres unidades y no deberá exceder de doce. Los participantes en el grupo se activan por el psicodramatista / director en una secuencia de actividades que distribuirá la energía, conocimientos, emociones mutuas (tele positivo). El director, a través de su entrega, ofrece actividades capaces de crear secuencias de acción que hacen surgir esa sensación de confianza, el deseo de intimidad, el valor de llenar papeles o temas que desconoce, el requisito previo para entrar en un psicodrama. Él ayuda al grupo a sumergirse en los sentimientos de polaridad positiva, lo que deberá aliviar la espontaneidad emocional y deseo de expansión. Cualquier conflicto, las tensiones, el sufrimiento, se centran en una persona que puede hacerles frente psicodramaticamente como “protagonista”.

El grupo de psicodrama por lo tanto, es visto como una realidad psicológica "sui generis", tal y como figura -desde la perspectiva de la vida- como una situación que favorece el bienestar, a través de aspectos del sufrimiento intrapsíquica individual que, se abordarán en el tiempo del individuo (el protagonista). Este grupo participa en la experiencia de cada uno de sus componentes, como un mundo en el que los miembros auxiliares se ofrecen unos a otros el manejo de experiencias, contribuyendo así a nutrir, fortalecer, restaurar el autoconocimiento de todos.

Encuentro
Para Moreno el Yo y un Tú, establecen una relación de reciprocidad, sólo cuando cada uno de los dos puede imaginar y sentirse en los zapatos de los demás. De esta manera se dan cuenta del Encuentro, que es estar juntos, la reunión, estar en contacto físico, de cara y mirar, compartiendo el amor, la comprensión, el saber de manera intuitiva a través del silencio o de la circulación de la palabra o gesto. Esta forma de concebir el acto de una persona contra la otra ha encontrado una formulación poética desde 1914, cuando el joven Moreno publicó en Viena lo siguiente "convocatoria de un Encuentro." Contiene versos  que expresan claramente el concepto central Moreniano en este sentido.

Un encuentro de dos:
ojos en los ojos, la cara en la cara.
Y cuando usted esté cerca de mí.
Voy a tener sus ojos
ponerlos en el lugar de los míos
y así comprender que mis ojos
los pone en el lugar de los suyos;
entonces voy a ver con tus ojos
y me verás con los míos.

Semirealidad
La metodología psicodramática espera dar cuerpo sobre el escenario a una realidad que entra en nuestro mundo interior, haciéndose un llamamiento a la semirealidad: el objetivo de su construcción es sólo establecer una parte de la realidad como ficción (la escena que desenvuelve), pero teniendo presente que esta semirealidad suscita emociones. La semirealidad se construye como un juego, de acuerdo con las normas acordadas con el grupo y el protagonista. Debe ser acorde con la capacidad de respuesta de las personas involucradas (factor espontaneidad-creatividad), a fin de permitir un comportamiento espontáneo, inventado para jugar en el aquí y ahora apropiado al protagonista.

Moreno usa el término Tele para designar la unidad sociogénica que sirve para facilitar la transmisión de nuestra herencia social. Esto constituye la estructura primaria de la comunicación interpersonal, es el cemento que une a cada grupo, es el principal instrumento del proceso terapéutico y del encuentro entre las personas El tele nace de una organización fisiológica conectada a procesos afectivos y emocionales de una función social: la organización se basa en dos aspectos originarios, la atracción hacia los demás y el rechazo a los demás. La Tele significa la unidad más simple unidad de sentimiento que es transmitida de un individuo a otro: es la expresión de la tendencia natural de los seres humanos para actuar en relación con otros seres emocionales. La calidad de la emoción que pasa invisible a través de este puente, esta relación le da la característica de atracción o rechazo, con una gradación que va desde un máximo a un mínimo que la indiferencia (que expresa la falta de Tele). Una relación de atracción que nos hace hablar de tele positiva, o una relación de denegación, la tele negativa. El término tele - en definitiva - normalmente se expresa con otras palabras: la empatía mutua, la comunicación emocional a través de la doble sensibilidad, que permite a una persona captar el proceso emocional de establecer con él una comprensión mutua, el puente que pasa a la energía psíquica, calor emocional, etc.

Factor Espontaneidad / Creatividad

Creatividad
La creatividad es la forma más alta de la inteligencia que el hombre conoce, y es una fuerza que impregna todo el universo, y que está en constante evolución. La creatividad es un estado indefinido, es un estado latente, pero que se define en concreto a través de  proporcionar respuestas adecuadas a nuevas situaciones o respuestas a las nuevas situaciones ya vividas. En todo acto creativo se encuentra un grado máximo (nota esencial, original, nueva), en contra de, un grado poco o nada evolucionado (reflejo automático, repetitivo). No nos referimos únicamente a los actos de la vida cotidiana: el acto creativo no es sólo el genio de cada persona. Moreno ve en esta entidad universalmente presentes el elemento que se basa en el crecimiento del individuo y la sociedad: el futuro de una cultura depende de la creatividad de la humanidad.

Espontaneidad
Se le presenta a los seres humanos a través de la percepción de la vida íntima, se siente una energía dispuesta a movilizar sus energías intelectuales, emocionales, físicas para entrar en una adecuada (es decir, teniendo debidamente en cuenta las necesidades y solicitudes intrapsíquicas  del medio ambiente) con la realidad para "inventar" respuestas adecuadas a la situación. Es el requisito previo de cualquier experiencia creativa: tiene un papel catalizador en el desarrollo del potencial creativo del individuo, transformándolo en algo operativo. Moreno si è così espresso: Moreno ha dicho:

"La espontaneidad en este trabajo, en el aquí y ahora, que estimula al individuo a una respuesta adecuada a una nueva situación o una nueva respuesta a una situación ya conocida".

En la práctica, la espontaneidad y la creatividad están íntimamente fusionadas. Si no hay imperio de la espontaneidad, la creatividad sigue siendo inerte, oculta, sea cual sea su tamaño potencial. El acto carece de la espontaneidad es el acto mecánico, repetitivo, la reflexión, estereotipo, los actos de este tipo son su máquina, robot, ordenador. La espontaneidad que participan, con diferentes ritmos, todos los seres vivos y es el elemento que ha permitido la evolución de las formas de vida de primordial a los más avanzados. Se presenta evidentemente en los seres humanos: el bebé que, desprovisto de aprendizaje, que todo parece descubrir satisfactoriamente en el mundo. Sin embargo, esta espontaneidad, parece que esta tan extendida en los hombres llegó sólo al mundo, parece que sólo aparecen ocasionalmente en la mayoría de las personas antes que se conviertan en adultos.

La espontaneidad, a su vez, estimula la realidad, para romper los patrones, a fin de evitar cristalizaciones, se trata de hacer frente a los riesgos de cambio. Y, por tanto, contrario a la tendencia hacia la conservación de tranquilizar a cada organismo se encuentran en ambos individuales y sociales (cabe señalar aquí que la estructura social fue diseñada para favorecer el estereotipo y previsible comportamiento en lugar del espontáneo, por lo tanto, tratando de garantizar su poder sobre el individuo y la supervivencia). Pero el hombre, cualquiera que sea su historia, siempre es atribuido a un estado de espontaneidad a través de una experiencia adecuada de "calentamiento" de su vida, su estado mental y físico de energía. El hombre siempre puede ser ayudado a ponerse en contacto con su espontaneidad, y llegó a conocer como una fuerza no como explosivo y peligroso, sino como un estado positivo donde se puede vivir sin la amenaza de perder el sentimiento.

Mecanismos mentales

Doble
Hablamos de la doble función cuando la interacción entre A y B, la polaridad de A a B ofertan incentivos que buscan en él una dinámica mental que empieza a activar el diálogo interior consigo mismo. El papel de A es el que induce a B a cavar dentro de sí mismos cada vez más en lo profundo en busca de sentimientos, imágenes, sentimientos, que hasta ahora han  permanecido cerradas en su intimidad. La función de doble se expresa en la historia evolutiva individual. Aparece primero: una madre que es doble del niño, y es saber, "leer" las necesidades del niño para dar respuestas adecuadas a ellas. Pero no termina en los albores de la vida nuestra necesidad de ser doblados": aprender de nosotros en situaciones en las que sentimos la necesidad de alentar y ser alentados, auto-observarnos y auto reconocernos. La función de doble establece una situación empática, lo que favorece la apertura de la disponibilidad y reciprocidad en las relaciones interpersonales de comunicación. Una persona puede ser doble para otra debido a su capacidad para identificar, y cada uno de ellos puede ser el doble de sí mismo en la medida en que es capaz de hacer introspección.

Hablamos de “espejo” cuando tenemos una interacción capaz de producir una dinámica mental a través de la cual una persona tiene aspectos de sí mismo en las imágenes de su persona hechas por otros. Mientras que en el caso de dos personas enriquece la representación de sí mismo para dirigir la atención que, en el caso del espejo la persona ve por sí mismo cómo es percibido por los demás. Si bien la actuación como doble función se da al nacer, la función de espejo aparece más tarde, lo que requiere una estructura cognitiva que permita atribuir el origen del mundo interno y el mundo externo. Ese espejo se activa de forma natural en un grupo donde el comportamiento de cada uno de los componentes expresa también la percepción que tiene de los demás miembros. Durante un período de sesiones de psicodrama, por lo tanto, el momento de la fase de grupo es el más favorable para el juego en este tipo de función.

Gracias a la inversión de roles el actor toca la parte de otro, obligando de esta manera a mantener su "Yo-observador" descentrado constantemente de su "Yo actor",  por lo que este no actúa de manera independiente, actúa de acuerdo a una asignación (personaje). Él, cuando está inmerso en sí mismo, no puede evitar nuevas acciones espontáneas, en las cuales el observador debe ser consciente de esta riqueza. El valor de esto deriva precisamente de su capacidad para captar "nuevas verdades", sin disfrazarlas y lograr superar los bloqueos emocionales y cognitivos, que se sesgan hacia la cristalización del rol.

Instrumentos

Moreno escribió que el protagonista es:

“... sé tú mismo sobre el escenario, para representar tu propio mundo privado. Tienes que ser tú mismo y no un actor, ya que el actor se ve obligado a sacrificar su mundo, impuesto por el guión para representar la obra. El tema, cuando es preparado suficientemente a lo que se va a hacer con relativa facilidad para ofrecer - a través de la acción - un registro de su vida cotidiana, ya que nadie es más competente para que le represente que él mismo. Él tiene que actuar libremente, con ese contenido que pasa por su mente: ¡porque es esencial que se coloque este en un contexto de libertad de expresión, para así lograr que emerja la espontaneidad. Y para ello, hay que darle especial importancia a la etapa de ejecución: la que ayuda a superar el nivel de expresión, y es predominantemente verbal, incorporándola al nivel de la acción. Existen diferentes formas de representación sobre él escenario: el papel de un actor consiste en sólo imaginar, jugar con una escena del pasado, viviendo un problema urgente en la actualidad, expresando aspectos creativos de sí, él experimenta en sí mismos una situación futura, y así sucesivamente. El proceso de preparación de la representación del protagonista en psicodrama es estimulado con diversas técnicas, cuyo objetivo no es transformar al actor en un actor, sino más bien para estimular a este en el escenario y activar lo que realmente son, más profunda y explícitamente de lo que parece en la vida cotidiana".

Psicodramatista (Director)
El término director expresa el papel activo y propositivo que caracteriza su presencia en la labor de un período de sesiones. Este personaje viene con toda su personalidad a establecer una relación con los miembros del grupo, mostrando su voluntad de ser "conocido" en su propia humanidad y evitar que la actitud neutral, presente en otras formas de psicoterapia, lo que causa su inversión masiva de fantasmas transferencialmente por los miembros del grupo, favorezca, en cambio, una relación de humano directo, inmediato, impregnada de emociones que podrían ser utilizados como una forma de relación interpersonal positiva. El director, para ser eficaz, debe liberar su espontaneidad y la sensación de empatía a doble vía hacia el protagonista y los miembros del grupo.

Auxiliar
Se llama Yo-auxiliar  a cada miembro del grupo que fue elegido por el protagonista para desempeñar un papel en la representación psicodramática que se está llevando a efecto, y que para ello, es separada del auditorio y llevada al escenario para apoyar el trabajo del protagonista. Este yo-auxiliar encarna, en el aquí y ahora psicodramático, los fantasmas del mundo del protagonista, (por ejemplo, un miedo, un deseo, un ideal, un sufrimiento físico) y/o a otros personajes importantes (persona u otros personificados), de su vida real. Esto favorece sobre todo una más clara conciencia de su existencia, sus características, su valor emocional, es así que el protagonista experimenta el equilibrio y la presencia de nuevos y más funcionales formas adaptable a la realidad externa.

El escenario es el lugar donde la gente expresó, a través del teatro, su contenido mental. Es el teatro cuyo espacio está especialmente construido para facilitar a las personas espontáneas expresiones de su mundo interior. En la psicoterapia, el lugar suele ser neutral y aséptico, que no interfieran con el proceso terapéutico que está totalmente centrado en el paciente - terapeuta, en el psicodrama, donde lo central es el acto de la persona en todas sus experiencias a fin de unitario de las diferentes dimensiones de la vida (que implica entrar en relación con una variedad de objetos que las personas dentro de un contexto específico), usted necesita un espacio especial en el que las personas pueden convertirse en activos en sus aspectos psicológicos, tales como en el cuerpo. Se puede decir que una escena de psicodrama es la más funcional, ya que es capaz de ayudar a cada persona se sienta protagonista, o importantes para la vida del grupo, gracias a la percepción de un ambiente tranquilizador y contenedor en su espacio y perceptiva. Una típica escena de psicodrama es presentarse a sí mismo como un "diferente", es decir, como un lugar único que puede crear un entorno inusual de vida y facilita la participación individual en situaciones psicodramáticas.

Este espacio está determinado por un bien definido que distingue el estar "dentro" o estar "fuera" del espacio medicinal. Además, este casi ritual de entrada en un lugar especial con el fin de facilitar la contratación de un papel, no es exclusivo de psicodrama, sólo pensar en una iglesia o un teatro que, cada uno está en un papel más funcional pide una definición clara y una clara caracterización que serán adscritos por el mundo exterior. El interior del teatro de psicodrama se divide en dos partes: una que contiene la audiencia, donde se reúnen los miembros del grupo, mientras que el actor desempeña su psicodrama, y el otro contiene el escenario y el balcón, donde hace el héroe, dirigido por el director y ayudado por el yo-auxiliar. Estas dos partes están estructuradas de modo que la transición de uno es inmediato, por lo que, que cada uno de los miembros del auditorio podrá en cualquier momento entrar en escena como yo-auxiliar o como alter-ego o Doble, sin crear caos. Al mismo tiempo, las dos partes claramente diferenciadas, de modo que es muy perceptible el cambio de papel de espectador al de actor y viceversa.

El espacio es para la adopción de medidas para hacer posible el movimiento, con diferentes ritmos y amplitud, un número de personas (el número medio de personas implicadas en una escena psicodramática es de 4-5), que puede pasar con facilidad y sin riesgo de lesiones corporales. El órgano puede adoptar distintas posiciones: de pie, en cuclillas, sentado, etc., Si lo exigieran las circunstancias de la vida representada. Para ello hay puntos de apoyo suave y higiénicamente seguros. La alfombra es uno los material más adecuado para este fin, pueden desempeñar tanto los planes de uso de la palabra de apoyo (pared, balcón, escaleras, etc) La higiene es a favor de la contención para entrar en el teatro sin zapatos. La forma ideal de la etapa es el círculo: no tiene un adelante y uno atrás, no hay esquinas, no tiene áreas que pueden aludir a significados privilegiados o devalorantes (por ejemplo, el ángulo). Además, la circunferencia, al no haber un punto de partida y un fin, se presta a ser utilizado como una ruta no se limita si el jugador que necesitan. Por último, el círculo se presta bien a las representaciones sociométricas. En la creación del espacio terapéutico, se tiene presente el significado psicológico asumido por el individuo, al sentirse colocado en diferentes situaciones espaciales diferentes, como la posición hacia adelante o hacia atrás, fuera o dentro, arriba o abajo, alto o bajo. Percibirse de frente a alguien o alguna cosa tiene un significado subjetivo diferente a la percepción de otros; al estar dentro del escenario tiene un significado diferente al estar fuera de este: estar arriba, en el balcón, tiene un significado diferente al de estar sobre el escenario. Por ello, el teatro de psicodrama no está dispuesto sobe un único plano horizontal, está hecho en diferentes niveles, en los cuales las personas pueden colocarse. Pasando de un nivel al otro, la persona cambia su punto de vista, y por consecuencia, la percepción de la realidad circundante. Desde el balcón, por ejemplo, se puede mirar de una manera más global y destacando cuanto sucede sobre el escenario; lo cual puede resultar muy productivo.

El teatro de psicodrama también posee otra características importantes para la creación de la atmósfera del “aquí y ahora” requeridos en la escena psicodramática: el aislamiento de la interferencia de ruido y la luminosidad del mundo externo. Por esto el teatro no se abre al exterior, la luz es creada artificialmente; diferentes estímulos auditivos y visuales casuales no son adecuados para la representación, bloquean el acto de la espontaneidad del protagonista. El director controla constantemente la intensidad de las luces, oscilando entre la obscuridad y la brillantez, logrando una sintonía con el tono emocional de la escena que se va desarrollando. Las luces deben de ser de diferentes colores, cada una de las cuales permite una particular atmósfera: el color  blanco da la sensación de realidad, de lo concreto, el color amarillo es el espacio, el calor, la alegría; el rojo es excitación, la tensión, la agresividad; el azul es el tono de la depresión, de la tristeza, de la introspección, de la intimidad, el color verde el relajamiento, el bienestar. Gran parte de espacio terapéutico lo forman los objetos  de uso para la creación de la escena: sillas, telas, bancos, cojines, materiales rígidos y flexibles, etc. Con estos elementos y materiales, la función asignada al protagonista pueden ser recreadas de tal forma que le da vivacidad a las percepciones del grupo y protagonista, logrando envolver a estos de la magia del psicodrama.